¿Cómo realizar el aislamiento térmico de una buhardilla?

Las buhardillas son espacios especialmente expuestos a las variaciones de temperatura. Durante el verano pueden alcanzar temperaturas muy elevadas, y en invierno, convertirse en las zonas más frías de la vivienda. Esto ocurre porque la cubierta y las fachadas superiores reciben directamente la radiación solar y están en contacto con el aire exterior.
Realizar un aislamiento térmico adecuado en una buhardilla es fundamental para mejorar el confort interior, reducir el consumo energético y proteger la estructura del edificio.
En este artículo te explicamos cómo aislar una buhardilla de forma efectiva, qué sistemas y materiales se utilizan y por qué el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) es la solución más completa para optimizar el rendimiento térmico global del edificio.
Por qué es importante aislar térmicamente una buhardilla
La buhardilla es, junto con la cubierta, el punto donde se producen las mayores pérdidas y ganancias térmicas de una vivienda. La falta de aislamiento o la presencia de materiales con baja resistencia térmica permite que el calor entre o escape con facilidad, afectando tanto al confort como al consumo energético.
Los principales problemas derivados de una buhardilla mal aislada son:
- Altas temperaturas en verano, por acumulación de radiación solar.
- Bajas temperaturas en invierno, debido a las pérdidas de calor.
- Condensaciones y humedades en paramentos fríos.
- Mayor gasto energético en climatización.
Un aislamiento térmico correcto evita estos problemas y contribuye a un comportamiento energético equilibrado del conjunto del edificio.
Cómo realizar el aislamiento térmico de una buhardilla
El proceso de aislamiento dependerá del tipo de buhardilla, su uso (habitable o no habitable) y el acceso a las superficies a aislar. En general, las zonas críticas son la cubierta inclinada, los muros laterales y los forjados bajo cubierta.
A continuación, detallamos las principales soluciones técnicas:
1. Aislamiento de la cubierta
La cubierta es el elemento más importante a aislar, ya que concentra hasta un 30-35% de las pérdidas energéticas.
Existen tres métodos principales:
a) Aislamiento por el exterior (cubierta sándwich o ventilada)
Es la opción más eficiente. Se coloca el aislamiento térmico sobre la estructura portante, por encima de la impermeabilización o bajo una cámara ventilada.
Ventajas:
- Elimina los puentes térmicos.
- Protege la estructura frente a la radiación solar.
- Mejora la inercia térmica interior.
b) Aislamiento entre tabiquillos o entre vigas
Consiste en colocar paneles aislantes entre las vigas de madera o metálicas de la cubierta. Es útil cuando no es viable intervenir desde el exterior.
Debe complementarse con una barrera de vapor para evitar condensaciones.
c) Aislamiento interior bajo el techo
Es la solución más sencilla y económica, pero menos eficiente, ya que no elimina los puentes térmicos. Se recomienda solo en rehabilitaciones puntuales o espacios no habitables.
2. Aislamiento de las fachadas laterales
En muchas buhardillas, los muros de los hastiales (paredes triangulares que cierran los extremos del tejado) también están en contacto con el exterior.
La mejor opción para estos muros es el aislamiento por el exterior mediante sistema SATE, que permite:
- Aislar la fachada de forma continua, sin reducir espacio interior.
- Eliminar los puentes térmicos de unión entre cubierta y muro.
- Reducir el impacto de la radiación solar directa en verano.
- Mejorar la eficiencia energética del conjunto del edificio, no solo de la buhardilla.
Al integrar el aislamiento de la buhardilla dentro de un sistema SATE aplicado a toda la fachada, se consigue un comportamiento térmico uniforme y se evita que el calor se filtre por otras partes del cerramiento.

3. Aislamiento del suelo o forjado
En buhardillas que se encuentran sobre espacios no climatizados (como trasteros o cubiertas de garaje), es recomendable aislar también el forjado inferior para evitar pérdidas de calor por el suelo.
Se puede aplicar aislamiento por la parte inferior del forjado con paneles rígidos o proyectados, dependiendo del acceso disponible.

Materiales recomendados para el aislamiento de buhardillas
| Material aislante | Conductividad térmica (λ) | Uso principal | Características destacadas |
| Poliestireno extrusionado (XPS) | 0,032 W/m·K | Cubiertas y forjados | Alta resistencia a la humedad y compresión. Ideal en cubiertas inclinadas. |
| Poliestireno expandido con grafito (EPS grafito) | 0,031–0,033 W/m·K | Fachadas y paramentos verticales | Excelente rendimiento térmico. Compatible con sistemas SATE. |
| Lana de roca | 0,035–0,037 W/m·K | Cubiertas y buhardillas habitables | Buen aislamiento térmico y acústico. Incombustible. |
| Paneles sándwich aislantes | Variable | Cubiertas inclinadas | Incorporan aislamiento en su núcleo. Solución rápida y compacta. |
La elección del material dependerá del tipo de cubierta y de si la buhardilla es habitable o no. En la mayoría de los casos, una combinación de SATE con EPS grafito en fachada y aislamiento de cubierta con XPS o lana de roca ofrece el mejor equilibrio entre rendimiento térmico, durabilidad y facilidad de instalación.
El papel del SATE en el aislamiento de buhardillas
Aunque la intervención directa sobre la buhardilla mejora su comportamiento térmico, el rendimiento óptimo solo se alcanza cuando el edificio completo está correctamente aislado por el exterior.
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) permite crear una envolvente térmica continua que abarca todas las fachadas del edificio, incluyendo los paramentos que conforman la buhardilla.
Ventajas del SATE aplicadas a buhardillas:
- Elimina puentes térmicos entre muros, cubierta y forjados.
- Reduce el sobrecalentamiento de las fachadas superiores.
- Mejora la inercia térmica interior, evitando cambios bruscos de temperatura.
- Aumenta la eficiencia energética global del edificio.
- Revaloriza la vivienda y prolonga la vida útil de los cerramientos.
Al aplicar un sistema SATE, la buhardilla se integra térmicamente con el resto del inmueble, logrando un confort interior más uniforme en todas las plantas.

Conclusión
El aislamiento térmico de una buhardilla es una intervención esencial para mejorar el confort y la eficiencia energética de cualquier vivienda. La combinación de un buen aislamiento en la cubierta con un sistema SATE aplicado a las fachadas permite crear una envolvente continua que protege eficazmente frente al calor, el frío y la humedad.
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